enero 22, 2008

relatos

cierto dia, mientras daba un paseo por la el río, me detuve a observar el frágil y certero golpeteo de las olas con las piedras, era como si escuchase una melodía que trataba de penetrar mas allá de mi audición, mientras disfrutaba de la armonía que me brindaba, entre la frescura que recibía de la brisa de pronto apareciste y algo me atrajo a ti, cual gaviota que lleva en su andar el acecho continuo de su presa, me dispuse a observarte, a seguir tus movimientos, veia como tu cuerpo lograba traducirse con cierto misterio al combinar tu andar con la suave brisa que me pegaba, era como observar ciertas imágenes oníricas que de momento no lograba comprender.

Ese día transcurrió y no logré saber más de tí, convirtiéndote entonces en la fuente más poderosa y recurrente en mis sueños, donde logro recorrer distancias excepcionales con el único objetivo de encontrarte, hablarte y decirte lo que en mi provocaste tras ese encuentro ocasional.

La pérdida de voluntad y de razonamiento empiezan a invadirme, si tan sólo lograra verte una vez más, estoy seguro que dejarías de ser una imagen idealizada y me acompañarías en ese sueño, en el que día con día transcurre mi vida.

2 comentarios:

El Diablo Des. dijo...

Tengo una amiga que hábilmente utiliza los sueños para verse con personas que ya no están con nosotros. Esto que leo acá, me muestra que ese uso que ella le da, no es el único que tienen. Podemos también convivir con gente que sigue en este plano, pero que no podemos ver mientras estamos “despiertos”.

Mario dijo...

bueno todo es posible, sobre todo si tu mente esta abierta a aceptar lo que no podemos ver o palpar, si no no tuvieran chamba la mizada y el brujo mayor jajajajaaj no para nada el coment mio,.. pero si ... son experiencias muy chidas que ojala todos lograramos tener.... saludossss